Las sales de Schüssler se usan para un tipo de terapia que se basa en la teoría de que ciertas deficiencias minerales en el organismo pueden causar diversos trastornos y enfermedades. En este artículo explicaremos qué son las sales de Schüssler, sus orígenes, los diferentes tipos, sus principales beneficios y cómo se toman.
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¿Qué son las sales de Schüssler?
Las sales de Schüssler, también conocidas como sales bioquímicas o sales celulares, son un conjunto de sales minerales inorgánicas que se utilizan para tratar ciertos desequilibrios minerales en el organismo. Los minerales que componen las sales se encuentran naturalmente en el cuerpo humano, como el calcio, el hierro, el magnesio y el potasio, entre otros.
¿Quién creó la terapia de sales de Schüssler?
La terapia fue desarrollada en el siglo XIX por el médico alemán Wilhelm Heinrich Schüssler, el cual se vio influenciado por el concepto de “estado celular” de Rudolf Virchow y las teorías de Julius Moleschott sobre las reacciones bioquímicas.
Además, también se apoyó en sus observaciones de las cenizas de cadáveres en crematorios, donde descubrió que diferentes tejidos y órganos contenían diferentes sales minerales. De ahí surgieron las 12 sales de Schüssler que se conocen en la actualidad.
¿Cuáles son las 12 sales de Schüssler?
Las 12 sales minerales son:
- Calcarea fluorica
- Calcarea phosphorica
- Calcarea sulphurica
- Ferrum phosphoricum
- Kalium muriaticum
- Kalium phosphoricum
- Kalium sulphuricum
- Magnesia phosphorica
- Natrum muriaticum
- Natrum phosphoricum
- Natrum sulphuricum
- Silicea
Si quieres aprender más sobre las características y beneficios de estas sales bioquímicas, en nuestra formación de Kinesiología Holística explicamos las propiedades de cada una de ellas y de cómo se deben emplear en terapia.
¿Cuáles son los principales beneficios de las sales de Schüssler?
Entre los principales beneficios de utilizar las sales bioquímicas, se encuentran:
- Regulación del equilibrio mineral: ayudan a regular los niveles de minerales en el cuerpo, lo que es esencial para el buen funcionamiento de los sistemas y órganos.
- Mejora de la absorción de nutrientes: al equilibrar los niveles de minerales, las sales también mejoran la capacidad de absorción de nutrientes esenciales de los alimentos.
- Estimulación de la función celular: pueden ayudar a estimular la función celular, mejorando la capacidad para reparar y regenerar los tejidos.
- Ayuda a la digestión: algunas sales, como la sal de calcio, sirven para aliviar los síntomas de la indigestión y mejorar la digestión en general.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: las sales también pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, lo que a su vez podría aumentar la capacidad para combatir enfermedades e infecciones.
- Alivio de los síntomas de ciertas afecciones: algunas sales, como la sal de magnesio, se han utilizado tradicionalmente para paliar los síntomas de ciertas afecciones, como el dolor de cabeza y la ansiedad.
- Mejora del bienestar emocional: varias sales se han utilizado tradicionalmente para mejorar el bienestar emocional y la estabilidad emocional.
Además de los aspectos positivos mencionados anteriormente, las sales también juegan un papel fundamental en la regulación de la actividad enzimática, la presión osmótica y el volumen de agua intracelular, así como en el mantenimiento del pH intracelular. Adicionalmente, están involucradas en la regulación del ciclo de Krebs, que es un proceso clave en la producción de energía en el cuerpo.
¿Cómo se toman las sales de Schüssler?
Las sales se toman en forma de comprimidos o glóbulos, que se disuelven en la boca y se absorben directamente en el torrente sanguíneo. La dosis recomendada depende del tipo de sal y de la persona que la vaya a tomar, pero generalmente se toman de 2 a 3 comprimidos varias veces al día. Hay que tener en cuenta que no se recomienda masticarlos ni tragarlos directamente con agua, ya que esto podría disminuir su eficacia.
Es aconsejable tomar las sales en momentos diferentes a las comidas, preferentemente media hora antes o después de ellas. Además, también se sugiere evitar el café, el té, el alcohol y la menta al mismo tiempo que se consumen, ya que pueden interferir con su absorción.